viernes, 28 de agosto de 2009

Mi corazón está en llamas
En mi locura deambulo por el desierto
Las llamas de mi pasión
devoran el viento y el cielo
Mis gritos de deseo, en oleadas de dolor
atormentan mi Alma
Esperas pacientemente
mirando al interior de mis ojos intoxicados
Tu aceptas mi pasión
con la serenidad del amor
Tu eres el dueño de la existencia
Un día voy a ser un amante, como tu

Cuando me zambullí en el mar, no hallé perla como Tú.
Abrí todos los toneles, he paladeado de mil vasijas,
Mas ninguno excepto aquel rebelde vino tuyo
tocó mis labios e inspiró mi corazón.

Esas palabras tiernas que nos decimos uno al otro
están guardadas en el corazón secreto del paraíso.
Un día como la lluvia, ellas caerán y mojarán todo y
su misterio crecerá verde sobre el mundo.

Cuando estoy contigo, estamos despiertos toda la noche
Cuando no estás, no puedo dormir
¡ Que Dios bendiga estos dos insomnios !
y la diferencia entre ellos

Solía ser tímido.
Tú me hiciste cantar.

Solía rechazar cosas en la mesa.
Ahora grito por más vino.

En solemne dignidad, solía sentarme
sobre mi tapete a rezar.
Ahora los niños corren a mi lado
y me hacen muecas.

El camino del amor
no es un argumento sutil.

Su puerta
es la devastación.

Los pájaros dibujan grandes círculos en el cielo
con su libertad.
¿Cómo lo aprendieron?

Ellos caen, y mientras caen
les dan alas.

domingo, 9 de agosto de 2009


La Noche Oscura

Al penetrar en el tumulto de la noche oscura,
emergemos en el medio del mar de la noche.

No te adormecerás, huirás del reino de sueño,
cuando veas el espectáculo de la noche.

¡Son tantos! Los que tienen el espíritu puro y el corazón
ardiente de luz, sirvientes y dueños, en el trafago de la noche.

La noche es un velo para la belleza oculta.
¿Cómo comparar el día con la noche?

Será todo una cueva oscura,
si no has saboreado el festín suculento de la noche.

La noche tiene mis dos manos atadas,
y me detiene de mis labores, hasta la luz de la alborada.

Es largo el camino. Hay que andar con prisa,
al atravesar la longitud y la amplitud de la noche.

El día es para labores y comercio.
Otra delicia distinta es la pasión de la noche.

¡O, orgullo de Tabriz, dichoso sol de la verdad!
Eres la envidia del día y el deseo ardiente de la noche.